El dinero juega un papel importante en nuestras vidas. Afecta nuestras opciones, decisiones y nuestro bienestar en general. A veces nos podemos ver atrapados en patrones de conducta insanos a la hora de relacionarnos con el dinero. Quizás te veas gastando dinero en exceso o te sientas impulsado a comprar cosas que no puedes pagar
— al final, el resultado es que tus finanzas te producen estrés. La ansiedad también puede aparecer incluso hasta cuando gastas dentro de tus posibilidades e inviertes en lo que es bueno para ti y tu familia.
En el clima económico actual, crear una relación saludable con el dinero para mantener la salud mental y financiera es muy importante, ahora y más que nunca.
¿Qué influencia nuestros hábitos de gastos?
Respondemos a disparadores emocionales, a influencias sociales y a sesgos cognitivos cuando evaluamos una compra. Por ejemplo, puedes comprar unos jeans porque están de moda, aunque en tu interior sabes que no son de tu estilo. O te convences de comprarte el último modelo de teléfono celular porque “lo necesitas”.
¿Qué ves cuando te ves?
Pregúntate: “De verdad me gustan estos jeans? ¿Realmente necesito este teléfono celular?”
Tus hábitos de consumo se ven influenciados por factores psicológicos. Cuando anticipamos la adquisición de un objeto deseado — digamos, un auto nuevo — nuestro cerebro libera dopamina. La dopamina, comúnmente conocida como la “hormona de la felicidad”, se asocia con sentimientos de placer.
La liberación de dopamina refuerza nuestro comportamiento y nos alienta a repetir la experiencia, creándonos una urgencia por seguir adelante con la compra. Sin embargo, si la liberación de dopamina no es sostenida, puede seguir un «choque». En términos de comprar, este es el momento en el que puede aparecer el «remordimiento del comprador» y podrías empezar a preguntarte si debes gastar el dinero y si la compra es adecuada.
Pregúntate: “¿Cómo me voy a sentir dentro de una semana si hago la compra? ¿Cómo me voy a sentir si
no la hago?”
La publicidad juega un rol muy importante alentando hábitos de compra. Los avisos publicitarios están cuidadosamente creados para crear un impacto visual y activar regiones del cerebro asociadas con el deseo y la recompensa. Los avisos crean una sensación de urgencia— de que necesitas comprar ahora — a través del uso de ofertas o productos que prometen mejoras significativas en tu vida. A su vez, esta urgencia puede crear un conflicto de intereses. Podrías sentirte infeliz si no consigues el producto. O sentirte más atractivo, exitoso y realizado si lo compras.
Sin duda, nuestro mundo está cada vez más impulsado por el consumo. Estamos inundados de marketing en todos los aspectos de nuestras vidas: en redes sociales, televisión, radio y, cuando estamos fuera de casa, en los exteriores de nuestros pueblos y ciudades. Es casi imposible escapar de la publicidad en nuestra vida cotidiana, y esta exposición constante puede moldear creencias y comportamientos con el tiempo.
Aquí van algunos consejos…
…para mejorar tu relación con el dinero y poner en práctica hábitos saludables de compra que puedes comenzar hoy mismo:
Sé consciente de por qué quieres hacer una compra
- Sé consciente de los factores psicológicos al comprar productos, y el impacto que la publicidad tiene en tus creencias y comportamientos.
Reconoce tu mentalidad vinculada al dinero
- Tómate el tiempo de pensar en las emociones y pensamientos que te vinculan con el dinero. ¿Te sientes temeroso y preocupado, o estás confortable con tus hábitos de gasto y ahorro? ¿Te propones ahorrar lo que más puedas, o piensas que gastar dinero es importante para alcanzar la felicidad? Reflexionar y comprender tus creencias vinculadas con el dinero te permitirá desafiar o cambiar tus actuales perspectivas.
Fíjate metas financieras claras
- Establecer metas es importante para sostener una relación saludable con tus finanzas. Poner por escrito aquello que quieras lograr financieramente puede serte de ayuda. Por ejemplo, quieres saldar una deuda, comprar una vivienda, pagar estudios, sostener a tu familia o armar un fondo de emergencia. Divide estas metas en pasos alcanzables y en metas de ahorro mensuales o anuales.
Haz el seguimiento de tus gastos
- ¿Te suele pasar que llegas a fin de mes y te preguntas “en qué se fue mi dinero?” Hay pequeños gastos que no notas en el día a día, pero que si los sumas en el mes o en el año pueden representar un monto muy importante. En tanto, las facturas más abultadas de pago anual como las primas de tus seguros o tus impuestos pueden darte la sensación de estar desperdiciando dinero. Muchas aplicaciones bancarias hoy ofrecen la forma de hacer el seguimiento automático de tus gastos, categorizándolo en áreas como comidas, transportes, esparcimiento, etc. Esto te puede ayudar a ver en qué gastas, y en dónde hay oportunidades para hacer ajustes.
Practica ser un comprador consciente
- El gasto consciente requiere que pienses cómo gastas tu dinero. Todos hemos ido a una tienda a conseguir un producto, y terminamos comprando 10 sin siquiera darnos cuenta… Antes de comprar algo, considera como se alinea con tus objetivos financieros. Poder diferenciar entre deseos y necesidades puede ser de ayuda para acabar con las compras innecesarias. Otro consejo muy bueno es esperar una o dos semanas para hacer la compra — si todavía quieres el objeto, es una decisión de la que probablemente no te arrepientas.
Edúcate sobre finanzas
- La educación financiera es valiosa para reseteartu relación con el dinero. Hoy en día hay muchos recursos disponibles (sitios web, aplicaciones, podcasts y libros) para formarte en temas financieros, como la elaboración de presupuestos, inversiones y gestión de deudas. A continuación, van sugerencias para que puedas comenzar.
Recursos
AprendemásdeEuropeanInvestmentBankInstitute:FinancialLiteracyProgramme
https://www.globalfinancialliteracyproject.org/toolkit-work-home
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Reflexión final…
Tu relación con el dinero es personal. Cada uno tiene diferentes prioridades, metas y poder adquisitivo,
así que no te compares con otros. Dar pequeños pasos hoy en la dirección correcta puede generarte un impacto grande a futuro. Sentirte cómodo y en control de tu dinero y tus hábitos de gastos contribuirán a tu bienestar financiero y mental.
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