Un estilo de vida saludable es fundamental para lograr un crecimiento y desarrollo adecuado en la infancia, y para mantener un óptimo estado de salud a lo largo de toda la vida. El estilo de vida saludable no solo incluye la alimentación, sino también el estar adecuadamente hidratados, punto clave a la hora de combatir el aumento creciente en la prevalencia de enfermedades relacionadas con la nutrición (sobrepeso y obesidad, anemia, diabetes, hipertensión, entre otras).

Cuando hablamos de alimentación saludable, la misma hace referencia no solo a lo que comemos sino también lo que tomamos, tanto en cantidad como calidad.
Normalmente, el agua, representa el 60% del peso corporal en hombres adultos siendo ligeramente inferior en mujeres (50-55%) por mayor proporción de grasa corporal. La proporción de agua varía a lo largo de la vida.
Una correcta hidratación es muy importante en todo el ciclo de la vida, para garantizar un adecuado equilibrio o balance hídrico, entre el líquido que se bebe y el que se pierde; y contribuir de esta forma a favorecer un óptimo rendimiento mental y físico. En condiciones normales, el agua corporal se pierde sobre todo a través de la orina y la piel (transpiración). Los riñones son los principales órganos para el mantenimiento de este equilibrio de agua corporal. El volumen urinario oscila entre 1 y 2 L/d en los adultos y entre 600 y 1300 mL/d en los niños.

Entre sus principales funciones se puede mencionar:

  • Componente esencial de la sangre, linfa, secreciones corporales (extracelular e intracelular).
  • Mantenimiento en la temperatura corporal.
  • Participación en la digestión, absorción, metabolismo y excreción.
  • En el intestino delgado se reabsorbe una gran parte.
  • Medio de transporte en sangre y en orina.

Recomendaciones para beber más agua:

  1. Incluir el agua en la familia diariamente y en distintos festejos.
  2. Facilitar la adopción de una rutina de ingesta de líquido, del mismo modo que se debe realizar con la comida.
  3. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, tomar un vaso de agua cada dos horas, para garantizar cumplir con la recomendación diaria.
  4. No esperar a tener sed para hidratarse.
  5. Servir agua para acompañar las cuatro comidas.
  6. No consumir o disminuir el consumo de bebidas azucaradas
  7. Tomar agua antes, durante y después de la actividad física.
Fuente: Dr. Adrián Guillen/Consultor y auditor médico para empresas de seguros/ Especialidad Medicina General.