Se supone que la principal finalidad de las fiestas de fin de año es la celebración propiamente dicha, y como estamos acostumbrados, en la mayor parte de éstas, abunda la comida, la bebida y la diversión. Sin embargo, ni uno de nosotros tenemos deseos de descuidar nuestra dieta y subir esos kilos que hemos rebajado por sólo excedernos durante unos pocos días.

Entonces, vamos a reforzar la diversión y a fortalecer la alegría que debemos compartir en estas fiestas sin que después tengamos que lamentar intoxicaciones alimenticias, malestares gastrointestinales y un aumento de peso indeseado. 

Durante las fiestas decembrinas, “nuestras comidas fácilmente superan las 3000 calorías“. Pero lo normal en mujeres es de 1500 al día y de hombres hasta 2500, aunque esto también depende de la actividad física que realiza.

Por eso los doctores sugieren hacer una dieta de “desintoxicación” que ayude a eliminar los azúcares refinados, los saborizantes y los condimentos artificiales.
En el “período de limpieza”, se recomienda tomar al día mínimo 3 litros de té verde, por ser un depurante y aportar vitamina C. Esta dieta (que no se debe utilizar más de tres días por ser hipocalórica) puede ir acompañada de frutas, lácteos descremados y carne blanca. Además, debe evitar el azúcar, cafeína, carne roja y sal.

Como el objetivo es purificar el hígado se sugieren frutas antioxidantes, con vitamina C, como la sandía, el melón, el limón y la naranja. No comer plátano, chirimoya, mango y guanábana, porque tienen mucha carga calórica.
Si no se siente preparado para una alimentación tan limitada, puede optar por una dieta de cinco comidas al día. El desayuno debe incluir una porción de fruta, yogur descremado y un cereal: pan, tostadas o galletas integrales.
En el almuerzo no puede faltar una proteína como pollo y pescado, si son preparados al jugo, al vapor o a la parrilla. También una ensalada con tres tipos de vegetales: tomate, lechuga, acelga, espinaca, brócoli, perejil y zanahoria.

Finalmente incorpore al menú carbohidratos como arroz, papas cocinadas o yuca. La merienda ­ tiene que ser liviana: carne blanca y una porción de ensalada.
Después de que la persona estuvo acostumbrada a comer sin límites, volver a la normalidad puede ser complicado. Según los nutricionistas, el fracaso de las dietas se debe “a que los pacientes empiezan a ­ medicarse y a hacer dietas restrictivas de la Internet, lo cual es un error”. Dice que para una dieta correcta se deben tomar en cuenta la masa corporal, estatura y sexo.

Fuente: Dr. Adrián Guillen/Consultor y auditor médico para empresas de seguros/ Especialidad Medicina General.
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